Fiat
El dulce Jesús te extienda los brazos para tomarte en las Suyas para darte la comida de Su Voluntad, pero ve que, en lugar de tomar su alimento, se preocupan por tomar la comida venenosa de los miedos, las dudas, las agitaciones, y luego terminan tomando el alimento de la desconfianza y Jesús queda afligido y en su dolor les dice: “no quieres parar, esta comida que tomas no te hacen crecer, te quitan la fuerza divina y te hacen una pobre enferma. Toma mi comida y serás sana y santa y yo seré todo tuyo"
(Sierva de Dios Luisa Piccarreta - oración autógrafa en el reverso de una tarjeta de oración)